¿Qué
 planes podemos hacer este año por San Valentín? Tenemos unas cuantas 
ideas... ¿Qué tal una salida romántica en pareja? ¿Y si llevamos nuestro
 amor verdadero al Balneario? Podríamos expresarnos nuestro afecto y 
cariño mutuamente en el Foratulas... Enamorados de las montañas.
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| sempieternos Argualas | 
Empezamos
 a festejar por la GR11 ruta normal a Brazatos y en el paraludes nos 
giramos a la izquierda. Día de obsequios, "regalamos" unos cuantos 
metros dando un bonito rodeo por arriba.
Finalmente
 enlazamos con la ruta normal que va al Tablato por todo el fondo del 
valle, dirección este. Cruzamos el arroyo por la escalera. Muchas 
gracias, Sendero Límite, en este día del Patrón de los enamorados de las
 montañas. Estamos en vuestra casa.
Al poco, y en vez de seguir hacia
 el citado Tablato, en gran giro a la derecha, enfilamos al sur. Aparece
 Cupido, celoso, con viento y nubes. Para las 11:30h se acabó el buen 
tiempo. O no, porque empieza a nevar. ¡Por fin! ¡Qué gusto!
Nos
 han hecho la huella, así que nos plantamos cómodamente en la horizontal
 expuesta, diagonal clave de la ruta. Sin problema estamos en el llano y
 tras él en la Nevera del Foratulas. Pero no todo es amor, ésta va a ser
 "una cita a ciegas". El viento tapa la huella.
Queda remontar la
 cubeta y escapar hacia la izquierda, al hombro final.  Desde allí al 
collado de los Foratulas no hay nada. Creo que sí lo vamos a celebrar, 
en pareja, que no hay más enamorados esquiadores hoy por aquí. Las 
huellas que hemos seguido se lanzan en descenso por la cara norte. No 
creo que les sigamos, no la hemos hecho nunca y no se ve nada.
Remontamos la pala final sin viento, tiene montón de nieve.
Descenderemos
 por el bosque directamente al balneario, al coche. Atentos, abajo de la
 comba localizamos sin problema el disco rojo y la manguera de Sendero 
que nos advierten de virar a la izquierda, que si te emocionas y sigues 
recto... mal plan. No es bueno dejarse llevar tanto por el corazón.  
                                                                        
                                                             
Paquetón
 de nieve en el bosque. Está un poco pesada, lo que nos "obliga" a 
alguna que otra demostración de afecto, osea, románticas caídas y 
amorosos revolcones. Y continuamos el descenso en gyncana. ¡Es 
superdivertido!
Hemos disfrutado de lo lindo en este día de San Valentín en uno de los lugares más románticos de los Pirineos.
 
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